Confía en el hecho de porque esta dicha cada palabra

Mis lectores

Esperemos a que caiga la noche y quitémonos la soledad solo por un momento. Olvidemos los problemas, las preocupaciones, el deber y la razón; dejemos atrás las responsabilidades. Regálame susurros, suspiros, caricias… Bésame, abrázame. Déjame sentirte, sentirme. Dejémonos llevar por este deseo que nos arranca del mundo ya conocido. Porque, cariño, siento como si no hubiera un arriba o un abajo, como si el cielo se mezclase con el mar y no existiese la gravedad. Sigamos disfrutando de esta obra de dementes hasta que la noche llegue a su fin y el cielo vuelva a ser cielo y el mar, mar. Que al llegar la mañana, de todo aquello solo quedará la soledad.

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