Porque mientras la ciudad ardía y los corazones amordazados echaban una última mirada agonizante, una deslumbrante sonrisa cubría como un manto de mentiras la oscura verdad.
Miéntete a ti mismo, sonríe para eclipsar lo que no quieres ver. A ellos les conviene, a ellos les encanta que sonrías. La fiesta continúa, y tú puedes alargarla hasta la eternidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario